“Al fin y al cabo es mi vida”, de Brian Clark. Dir. Mariano
Dossena
En
Teatro Metropolitan (Avenida
Corrientes 1343 – CABA) – Miércoles 19.45hs.
por
Alberto
Maffía
Así como los jugadores de fútbol se
emocionan ante la existencia de un club de barrio o de un potrero, o los
amantes de las letras se conmueven al visitar las pequeñas librerías con olor a
papel de la avenida Corrientes, lo mismo nos sucede a los que amamos el teatro
y vemos a una compañía teatral que, consuetudinariamente, arma una producción
tras otra tras otra; allí está la verdad y es donde vive el teatro. Desde el
2021 que vemos al trío Lázare-Kutika-Aste trabajar codo a codo arriba y abajo
del escenario con la maravillosa “El
cuarto de Verónica”. Por supuesto que como toda compañía teatral que se
precie de tal, itineraron por todo el país y se fueron sumando, entre giras y
nuevas producciones, otros integrantes: Cuellar, Marioni y Porzio, entre otros.
Este talentoso clan no sabe lo que es la zona de confort y siempre busca
desafíos e historias no habituales en el teatro, ya sea para contar todo el
horror de “El cuarto…” o el suspenso
electrizante (que literalmente me hizo saltar un par de veces de la butaca) de “Te espero en la oscuridad”. Para
continuar este derrotero de contar lo que
pocos hacen, esta vez afrontan el desafío de traernos “Al fin y al cabo es mi vida”,
obra en la que la protagonista absoluta está una hora y media postrada en un
cama.
Clara tiene un accidente que la deja
cuadripléjica y con la posibilidad de poder vivir independientemente sólo del
cuello para arriba. La medicina a veces parece no poder distinguir entre durar y vivir y llega a considerarlos sinónimos, pero la protagonista tiene
muy claro que no son lo mismo. Clara, desde su cama de hospital, conectada a
diversos sueros, medicada con multiplicidad de pastillas y sometida a un
batallón de tratamientos físicos diarios, comienza a preguntarse si realmente
eso es lo que quiere para el resto de su vida. Y después de la respuesta vendrá
el conflicto y una lucha en la que a simple vista todos y ninguno parecen tener
la razón: ¿cómo es posible responder cabalmente a la pregunta de si las
personas tenemos derecho a decidir cómo vivir y cuándo morir?
El trabajo de Silvia Kutika es conmovedor desde lo emocional y exigidísimo desde lo físico. Su
cabecita se sacude desde la cama de hospital peleándose con médicos, abogados,
enfermeros y jueces mientras que su cuerpo permanece siempre inmóvil. De su
boca se escuchan reflexiones, insultos, sentidos argumentos y gemidos de dolor como
así también múltiples ironías y un despliegue inusitado de comentarios
cargadísimos de humor negro.
Sus contrapuntos con Fabio Aste, el médico encargado de mantenerla en la vida
que no quiere vivir, son exquisitos. Mirta Wons brinda una interesantísima
composición con un color muy diferente a lo que le he visto anteriormente; su
abogada es medida, cerebral, aunque también pasional pero siempre manteniendo
un tono jurídico.
La escenografía es muy buena,
generosa, realista. El vestuario de Fernando Cuéllar es un gran acierto y toma
el desafío de tener que tomar obligatoriamente los típicos ambos y delantales
del personal médico y combinarlos con muy buen gusto y sincronía con la ropa de
una abogada, de un juez y hasta de una monja.
La dirección de Mariano Dossena es
sentida y dinámica; por momentos hasta cinemotagráfica. Adrián Lázare, como
productor general, demuestra que tiene un excelente olfato para elegir
proyectos y, una vez más, nos sorprende con una historia que nadie se anima a
contar.
Duración: 90´.
FICHA ARTÍSTICA
Libro
Brian
Clark
Actúan
Silvia
Kutika – Fabio Aste – Mirta Wons – Fernando Cuellar – Tania Marioni – Jorge
Almada – Luis Porzio – Morena Pereyra
Producción General
Adrián Lázare
Dirección
Mariano Dossena
Prensa
Max Czajkowski
Alberto Maffía
para “AMC CRÍTICA TEATRAL”
https://amcriticateatralbaires.blogspot.com
contacto: escenateatro73@gmail.com
instagram: @amcriticateatral