Obra: “Popotitos”, de Gustavo Guzmán y Augusto Álvarez
Calificación:
MUY BUENA
Libro: Augusto Álvarez, Gustavo Guzmán
Intérpretes: Camila Bellusci, Diego Cassere, Rodrigo Devita., Stella Maris
Faggiano, Pacota Gonzalez, Adrian Martin Juan, Luis Podestá, Sheila Saslavsky, Lucia Sciacca,
Enzo Martin
Andrade, Mariana Antúnes
Fernández, Laura Bertonazzi, Ezequiel Brunetti, Mariana Carlassara, Luna Corneli, Nicolas Fiorentino, Daniela Franceschi, Mateo Gaido, Lucia Hayes, Luz Navarro, Camila Percivale, Nehuen Rojas, Martina Urquiola
Dirección
Coreográfica: Lucila De Stefano
Dirección general:
Augusto Álvarez, Gustavo Guzmán
Sala: TEATRO PREMIER (Avenida Corrientes 1565 – CABA), martes a las 21:00.
Duración:
80 minutos
Los musicales y las historias de
amor siempre se llevaron bien; en “Popotitos” esta dupla se lleva muy
pero muy bien y además suma mucho humor.
La vida de Raúl, un mecánico ex
aficionado por la danza, se ve interrumpida por la vuelta de Leticia, un viejo
amor que intentara reconquistarlo. Así, la historia se desenvolverá entre el
pasado y la actualidad de Raúl, debiendo él, elegir qué hacer con su presente y
la disyuntiva de tener que tomar grandes decisiones.
El casting es excelente; el trío
protagónico de Sheila Saslavsky, Diego Cassere y Stella Maris Faggiano genera
tanta empatía que el espectador quiere que todo se resuelva sin que ninguno sufra,
cosa imposible porque sus intereses son muy contrapuestos. Los duetos de amor
de Cassere y Saslavsky son bellísimos y muy al estilo del musical clásico:
ambos parados en puntas simétricas del escenario y sutilmente iluminados,
sufren y conmueven con la melodía. Y Stella Maris Faggiano se despliega y
transforma en una verdadera diva cuando interpreta “El baile del ladrillo”
(cuando terminó el tema me dieron ganas de que lo volviese a hacer). Adrián
Juan y Luis Podestá son dos bufones que no paran toda la obra, meten cien
bocadillos y todos entran bien y hacen reír hasta en el saludo final. Lucía
Sciacca es la adorable tercer bufón, arrancando también sus propias carcajadas.
El ensamble se luce toda la obra, aportando
energía y dinamismo a la puesta. Por supuesto que se destacan en baile, pero
también se los ve muy preparados desde lo actoral, se los nota muy concentrados
y en personaje: felices cunado lo tienen que estar, incómodos en otras
situaciones. Muy bien.
El texto es más que destacable. Los
libros musicales siempre tienen un bache o dos (o tres o cuatro) (o cinco); eso
no pasa en “Popotitos”, lo que sucede interesa todo el tiempo o conmueve o
hace reír. Impecable.
La música funciona muy bien, son
todos grandes clásicos correctamente interpretados. Las coreografías son
potentes y se ven muy bien con los veintitrés intérpretes en el escenario: hay
rock, swing, tap, merengue y twist. Tal vez no me convencieron mucho unas
piruetas muy “West Side Story” de la obertura; estuvieron correctamente ejecutadas
pero sentí que le quitó un poco de esa hermosa argentinidad al concepto
general de la obra.
Por las palabras del saludo final,
esto parece haber sido un sueño de sus autores y directores Augusto Álvarez
y Gustavo Guzmán.
Los felicito, soñaron hermoso, bien, profesional. Bravo.
“Popotitos” es un hermoso musical,
de esos que se vuelven a ver varias veces.
Alberto
Maffía,
para “AM CRÍTICA TEATRAL”
https://amcriticateatralbaires.blogspot.com
contacto:
escenateatro73@gmail.com
instagram: @amcriticateatral
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