Obra:
“La casa de las palomas”
Calificación:
BUENA
Dramaturgia: Victoria
Hladilo
Dirección: Victoria
Hladilo
Sala: El Camarín de las
Musas (Mario Bravo 960 – CABA), los domingos a las 21:00.
Duración: 65 minutos
Elenco: Emiliano Díaz,
Victoria Hladilo, José María Marcos, Mercedes Quinteros, Roxana Randón, Manuel
Vignau.
En el año 2020 tildar a una familia de disfuncional es
casi una redundancia, y hasta un insulto. La connotación de este adjetivo tan
particular es negativa, es defectuosa, pero lo cierto es que cada vez que nos
invitan a ver una puesta sobre “la disfuncionalidad de la familia” terminamos
viéndonos a nosotros, a nuestros vínculos y a la forma que tenemos de
conectarnos a los nuestros lo mejor que podemos y lo mejor que sabemos. La casa de las palomas es ese tipo de
obra; sencilla, familiar, dolorosa, nostálgica, intensa, y hasta cómica.
Los entretelones de los grandes festejos siempre muestran
la cara menos maquillada de la realidad; eso sucede en la cocina del salón de
eventos que ha alquilado Paula para festejar el cumpleaños de su hijo Dante. En
este espacio van a convivir durante algo más de una hora la anfitriona, su esposo,
sus padres, la empleada y el animador. Los conflictos que se dan entre los
personajes son muchos y muy bien construidos. Por lo general este tipo de
subgénero teatral funciona como un muestrario de dramas y miserias que terminan
sin definirse y quedando sólo en la mera enunciación; eso no sucede en esta
obra, todo lo que se propone se cuenta, se define, se entiende y tiene un
sentido. La dramaturgia de Hladilo es brillante y el punto más fuerte del
espectáculo; cada parlamento que se escucha es un placer y, al mismo tiempo, es
autosuficiente, tanto por el sentido como por la poesía misma.
Victoria Hladilo (Paula) navega su propio texto con
naturalidad, conoce los matices de cada frase y los aprovecha. Mercedes
Quinteros (Ely) es la empleada, personaje lúcido de la historia. Sabe todo lo
que sucede, siempre ha observado en silencio sin que nadie la registre; ella es
ese familiar alquilado al que por un lado se lo acerca a la intimidad diciéndole
que es necesario al momento de soplar las velitas como uno más del clan y, por
el otro, se lo obliga a ponerse un atuendo mucameril para que quede bien claro
quién es quién en el festejo. Muy interesante personaje y muy interesante
actriz. José María Marcos (Emilio) es el padre de Paula; a pesar de llevar gran
peso de la carga dramática, tiene un oído afiladísimo para la comedia. La
caracterización de Manuel Vignau (Lucho) como el animador es estupenda; esa
energía casi zen y al mismo tiempo dinámica que poseen estos entretenedores de
fiestas infantiles se plasmó a la perfección.
Párrafo
aparte merece la inmensamente bella escena en la que se interpreta en guitarra
“Ay mi palomita”; por ver sólo esos tres minutos vale la pena toda la obra,
haber pagado la entrada y hasta haberse tomado un taxi.
La dirección de Hladilo es muy buena, la obra no pierde
ritmo ni por un segundo. El diseño de escenografía de Vignau es interesante y
está bien resuelto, casi un lujo para una producción off.
La casa de las
palomas es una obra acertada hasta en el título y funciona como gran analogía
general ya que todos, absolutamente todos, somos capaces de violencia
intraespecífica. Y también todos sabemos leer. Como las palomas.
Alberto Maffía,
para “A M
CRÍTICA TEATRAL”
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