miércoles, 8 de enero de 2020

"Caníbal", de Sebastián Suñé


Obra: “Caníbal”

Calificación: MUY BUENA
Dramaturgia: Sebastián Suñé, sobre una idea de Sebastián Holz.
Dirección: Corina Fiorillo
Sala: Teatro El Picadero (Enrique Santos Discépolo 1857, CABA), los lunes a las 20:30.
Duración 75 minutos
Elenco: Sebastián Holz, Dolores Ocampo y Belén Pasqualini.
           
            La obra presenta la estructura de un music hall donde encontramos casi una decena de escenas atravesadas por la temática “caníbal”. A no aguardar inútilmente la aparición de Hannibal Lecter ya que de ser así, el espectador quedará decepcionado; a lo sumo tendrá que conformarse con el brillante número de “La niña caníbal”, que les juro no es poca cosa. Acá la metáfora le gana a la antropofagia y somos espectadores del hombre como lobo del hombre; así veremos, entonces, como el psicoanálisis, las relaciones tóxicas, la religión y el capitalismo, en determinados momentos, tienen las fauces bien abiertas para devorarnos o, tal vez, nosotros seamos partes del sistema y seamos los devoradores. Las reflexiones a las que nos invita su autor, Sebastián Suñé, son más que interesantes.
            Los intérpretes son arrolladores; imposible destacar su punto fuerte porque todo lo hacen bien. La energía que Sebastián Holz, Dolores Ocampo y Belén Pasqualini despliegan en el escenario es electrizante. Los temas que se abordan son fuertes y ellos los transforman en potentes y conmovedores. Si bien la exposición de la fagocitación en la pareja no aporta nada nuevo (a esta altura ya se ha dicho y visto todo miles de veces), donde la obra adquiere su vuelo comprometido y revelador es cuando se adentra en lo social, verdadero punto fuerte del espectáculo, y allí es cuando recibimos el cachetazo del número sobre “La ira del capital” o se nos advierte sobre nuestra hipocresía cuando nos permitimos cualquier tipo de aberración pero “nos horroriza comer carne humana”. De todas maneras, y a pesar de la densidad temática, el espectáculo no pierde risas y, en algunos casos, simpatía, como la innovadora manera de denunciar las redes sociales y nuestra celudependencia.
            La puesta de Corina Fiorillo es acertada e imprescindible; hacer que los tres volcanes que tiene en escena permanezcan en estado activo pero sin entrar en erupción y cometer un desastre es de perfección milimétrica. Mismo trabajo realizó Juan Diego Bros al poner la exquisita coreografía del número final. Los instrumentos de Carlos Britez, Mario del Risco y Clement Silly sonaron perfectos y diáfanos, y tal vez merecerían algún minuto de lucimiento solista. El escenario, demasiado vacío.
            El espectáculo se disfruta de punta a punta. CANÍBAL es plato exquisito servido por tres anfitriones de lujo.
Alberto Maffía,
para “AM CRÍTICA TEATRAL”

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