"Cero en conducta”, de Mario Mendoza y Sergio Cavero. Dir. Nicolás Sorrivas.

 "Cero en conducta”, de Mario Mendoza y Sergio Cavero. Dir. Nicolás Sorrivas.

En El Método Kairós (El Salvador 4530 – CABA), jueves 21.00hs.

por Alberto Maffía

Pedir demasiado

            La adolescencia es tan vulnerable que a veces duele; a esa edad, cualquier suceso, hecho, palabra, abrazo o golpe queda marcado para siempre. Esos cronopios hechos de sensibilidad pura son páginas en blanco en la que a veces los adultos a cargo escribimos muy mal. Cualquier maltrato, por ínfimo que sea, produce un eco que tal vez se reproduzca y escuche para siempre. Los adultos exigimos perfección (como si nosotros fuésemos tan perfectos). Presión. Presión en criaturas. Cómo nos equivocamos. “Cero en conducta” es una obra hermosa con un poderoso llamado de atención, entretenida y conmovedora para chicos, y necesaria y aleccionadora para grandes.

Pierina es la mejor alumna del colegio y no puede ver el mundo de otra manera. Darío, en cambio, es un caso perdido y está a punto de repetir el año. A pesar de sus diferencias, él acepta visitarla para estudiar Química juntos, sin saber que esa noche perderá la virginidad y será parte de un oscuro plan.

Pierina y Darío. Martina Ruda Bart y Guido Encinas. Da la sensación que a estos jóvenes y talentosísimos artistas desde la dirección del espectáculo se les ha pedido todo y, en efecto, ellos lo han dado todo. La dupla salta, corre, ríe, llora, canta, baila, te conmueve, te asusta, te sorprende… y todo es creíble, orgánico, potente, sensible. Y esas voces…  además del amplio registro, poseen colores sólidos y agradables; cada canción que entonan se siente como un hit.

El texto de Mario Mendoza y Sergio Cavero realmente atrapa. Lo que parece una agradable estudiantina para pasar un buen rato con unos cuantos chistes muy efectivos y una dulce historia de amor hormonal, con el devenir del relato se va oscureciendo y mutando en un drama intenso. La risa y la ternura ceden y dan lugar al asombro y la sorpresa.

Muy buen trabajo también de Lucía Berraud como coach vocal; las voces de los protagonistas suenan siempre bellísimas, armónicas y se ensamblan muy bien en los duetos. Es casi como escuchar un CD.

Las aristas que se deben tocar en esta puesta son muchas y muy complejas, y su director Nicolás Sorrivas las articula a la perfección. En casi una hora de espectáculo mueve luces y sombras, comedia y drama, canto y baile. Su mirada integral de la historia es impecable.

Para escuchar bellas canciones y sorprenderte con la trama, “Cero en conducta” es una interesantísima opción. Preparate para la inesperado.

           

Duración: 55 minutos.

 

FICHA ARTÍSTICA

Autores: Mario Mendoza y Sergio Cavero

Elenco: Martina Ruda Bart – Guido Encinas

Producción: Matcha Contenidos

Dirección: Nicolás Sorrivas

 

 

 

Alberto Maffía

para “AMC CRÍTICA TEATRAL”

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“La fuerza del cariño”, de Dan Gordon. Dir. Corina Fiorillo.

 “La fuerza del cariño”, de Dan Gordon. Dir. Corina Fiorillo.

En Multiteatro (Avenida Corrientes 1283 – CABA), de miércoles a domingo.

por Alberto Maffía

Vínculos

            “La fuerza del cariño” no es un título neutro sino que nos remite directamente al film del año 1983 (ganador de cinco premios Oscar) en el que Shirley MacLaine y Debra Winger se sacaban chispas con actuaciones extraordinarias. Pero hete aquí que la historia de Aurora Greenway y su hija Emma no comienza aquí sino en 1975 con la novela “Terms of Endearment” escrita por Larry McMurtry. ¿Y la obra de teatro de dónde sale?, ¿del libro o la película? De las dos. Dan Gordon adapta ambas fuentes en la obra que estrena en York, United Kingdom, en 2007. La puesta inglesa es protagonizada por Linda Gray (la Sue Ellen de “Dallas” para los muy memoriosos) y luego viaja hasta el Off-Brodway en 2016 para ser estelarizada, en esta ocasión, por Molly Ringwald (“Nosotros cinco”). Largo… largo camino distancial y temporal tuvo que transcurrir hasta que, finalmente, esta maravilla aterrizó en nuestra calle Corrientes hace poco más de un mes.

Aurora y Emma son una madre e hija muy unidas pero con puntos de vista muy diferentes sobre la vida. A través de los años, ambas intentarán buscar la forma de soportarse y encontrar la felicidad.

            La adaptación de Dan Gordon es muy efectiva. La estructura del texto no es nada convencional sino que adquiere más un ritmo de película, dándole de esta manera algún tinte vanguardista a la puesta. Una veintena o treintena de escenas, algunas cinematográficas proyectadas en la maravillosa y diáfana escenografía de Rene Diviu, se suceden, por un lado vertiginosamente y por el otro, de tiempos exactos y necesarios. Texto, dirección y actuaciones perfectas se conjugan para que en todas pase algo importante, ninguna es neutra. O la escena te hace reír, o te da nostalgia, o te emociona o, hasta incluso, te hace llorar. O ves juntos a Solita y Laport que con eso es suficiente y ya justifica cualquier esfuerzo que hayas hecho por ir al teatro.          

            Soledad Silveyra está descomunal en el papel de madraza omnipresente, generosa en lo trascendente y simpáticamente egoísta en lo cotidiano. La verdadera historia de amor es con su hija Emma, un potente personaje a cargo de Julieta Ortega, quien explora toda la fortaleza y sensibilidad de esta criatura logrando una composición conmovedora. Osvaldo Laport se baja del galán que supimos conseguir y si bien seduce – y mucho -, aquí explora más el humor y la vulnerabilidad. Y muy pero muy destacables las labores de Dolores Ocampo y Damián Iglesias. Ambos componen sus personajes claves de Patsy y Bob, pero al mismo tiempo recrean otros incidentales, con colores y matices opuestos y distintivos que ayudan a jugar perfectamente a la ficción de la trama.

            La dirección de Corina Fiorillo es precisa. Maneja una puesta en escena ágil pero respetuosa de las emociones y consigue de la historia en general escenas muy emotivas y otras plagadas de simpatía y buen humor.

            Existen muchas historias de amor que relatan el vínculo entre madre e hija, pero "La fuerza del cariño" sigue siendo la más bella de todas. Y Solita y Laport, claro.

           

Duración: 100 minutos.

 

FICHA ARTÍSTICA

Autor: Dan Gordon

Elenco: Soledad Silveyra – Osvaldo Laport – Julieta Ortega – Dolores Ocampo – Damián Iglesias

Prensa: SMW – Silvia Santos & Raúl Casaloti

Producción general: Ángel Mahler

Dirección: Corina Fiorillo

 

 

 

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“Sinvergüenzas”. Dir. Diego Rinaldi

“Sinvergüenzas”. Dir. Diego Rinaldi

Los viernes en Teatro Melany (San Luis 1750 – Mar del Plata. Provincia de Buenos Aires).

por Alberto Maffía

Una fiesta con amigos

            “En este país/mundo, no trabaja el que no quiere”. Y qué sé yo… A veces puede ser que sí, a veces puede ser que no; a esta altura del siglo XXI ya deberíamos saber que no existe el paradigma de las verdades absolutas. “Sinvergüenzas” cuestiona esta falacia y nos plantea la historia de un grupo de amigos que busca la solución al problema del desempleo y nos habla de la crisis, tanto económica como personal, que esto acarrea. ¿Cómo? Organizando un espectáculo de strippers, y haciendo reír al público con una comedia divertidísima.

            Brillante idea la de reunir a este grupo de artistas tan ecléctico como funcional; la química entre los seis protagonistas es notable. Por momentos parecen un grupo de amigos comiendo un asado y eso redunda en gracia y espontaneidad, combinación difícil de hallar en otras puestas; estos seis personajes te hacen reír todo el tiempo. A Juan Palomino se le nota su inmensa trayectoria (Premios ACE, Florencio Sánchez y Podestá), ya sea que su personaje esté pensando en quitarse la vida o que empiece a quedarse en ropa interior; con él todo es verdad. Muy buena composición de Benjamín Alfonso con un registro muy diferente a su logradísimo trabajo anterior en “Es sólo sexo”, lo cual demuestra su versatilidad y amplitud de recursos. Carna Crivelli es un excelente capo cómico que se adapta perfectamente al texto, logrando momentos hilarantes al saber leer hábilmente el aquí y ahora de sus compañeros y del público. Alejandro Cupito también compone y muy bien; realiza un interesante y concentradísimo trabajo desde lo vocal y lo corporal. Tucu López dota a su personaje de simpatía y carisma, se adueña de un latiguillo muy efectivo y resuelve muy bien las bromas espontáneas que recibe de sus compañeros. Cone Quiroga está correcto en texto y es muy gracioso en todo lo que es teatro físico.

            Muy bien la escenografía; recrea de manera cabal el galpón donde transcurre la acción central de la historia, y resuelve de manera práctica y estética los espacios secundarios. Es un poco raro el recurso del humo para marcar los cambios de escena.

            Buen trabajo en la dirección de Martín Rinaldi, logrando un perfecto ritmo de comedia muy ágil y brillante en un tema que podría ser incómodo y oscuro.

            Esta obra es un cúmulo de aciertos y garantía de un poco más de hora y media de puras risas, ahora… el final de la puesta excede lo teatral y es otro espectáculo en sí mismo: los actores devenidos lógicamente en personajes, transforman a sus criaturas en strippers, se rompe la cuarta pared y a partir de ahí todo es una fiesta. Y ya no se puede contar más, hay que experimentarlo.

            “Sinvergüenzas” es una graciosísima comedia para vivirla desde la platea. Imperdible.                

             

Duración: 95 minutos.

 

FICHA ARTÍSTICA

Libro: Stepehen Sinclair y Anthony McCarten. Adaptación de Daniel Botti.

Elenco: Juan Palomino – Carna Crivelli – Benjamín Alfonso – Tucu López – Alejandro Cupito – Cone Quiroga.

Dirección General: Martín Rinaldi

Producción General: Alberto Raimundo para Circus Entertainment y Facundo Venencio para CV Producciones

 

 

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“Kinky Boots”, de Harvey Fierstein y Cyndi Lauper. Dir. Ricky Pashkus.

“Kinky Boots”, de Harvey Fierstein y Cyndi Lauper. Dir. Ricky Pashkus.

En Teatro Radio City (San Luis 1750 – Mar del Plata. Provincia de Buenos Aires), de martes a domingos.

por Alberto Maffía

Las botas más lindas del mundo

            Esta obra multipremiada se estrenó en Broadway en 2013 y de ahí se proyectó al resto del mundo con un éxito absoluto. Personalmente, tuve la posibilidad de ver las producciones de Broadway, Londres y Buenos Aires y estoy en condiciones de afirmar que esta fue, por lejos, la que más me gustó. La “Kinky Boots” marplatense no sólo deslumbra y fascina sino que también abraza, es sensible y cálida; en esta versión, Charlie ha encontrado su mejor voz, Lola su genuina potencia y Simón su inmensa ternura y sensibilidad. Esta puesta es, en todas sus áreas, teatro musical en su máxima expresión.

            Si bien el texto original de Harvey Fierstein transcurre en Londres, esta versión nacional traslada el conflicto a la Argentina actual, pudiéndose adaptar la acción perfectamente, por temática y contexto, a la crisis económica actual (y a la de ayer y a la de antes de ayer) y las fábricas que luchan por mantenerse a flote más la intolerancia y las cuestiones de género más  el amor y la aceptación. Las canciones de Cyndi Lauper (excelentemente traducidas por Marcelo Kotliar, que por lejos es el mejor traductor que existe por estos lares) son bellas, alegres y emotivas en algunos casos, y cuando las canta Germán Tripel, lo son aún más todavía. Como dice la misma (y gloriosa) Lola en escena: “La Tripa tiene esa cosa de comedia musical… pisa el escenario y se nota”. Claro que sí, se nota muchísimo la formación y la trayectoria en el género. Lo mismo sucede con Sofía Pachano, otra artista de carrera en musicales, quien engrandece y le saca todo el jugo posible a su Lauren, elevándola incluso más allá del texto con carisma y simpatía.

            Y por supuesto, la tenemos a ella… a Lola. Fede Bal es una gratísima sorpresa, su composición seduce desde el minuto uno. Canta y hasta tiene algunas notas muy interesantes, ejecuta muy pero muy bien sus coreografías y, por sobre todo, despliega infinidad de matices y recursos en la actuación. La verdad es que muchas veces en comedia musical, los textos sólo se enuncian y nada más; Fede Bal no se limita sólo a decirlos, él los siente y los atraviesa. Brillante. Y encima es muy cómico. Su Lola es un personaje para reír y abrazar. Sus “Angels” (Yerar, Le Fer, Iñaqui Martínez Ligero y Franco Rau) son un marco perfecto para este derroche de glamour; estas Drag Queens arrasan con su talento, energía y cuerpos esculturales. El elenco, muy presente, que acompaña durante casi toda la obra, también es perfecto y sin fisuras; todos tienen su momento y lo aprovechan muy bien, sobre todo el delicioso y talentoso personaje de George.

            La escenografía y el vestuario respetan muy bien el espíritu de la puesta original y se los ve espléndidos; un verdadero lujo con decorados que suben y bajan, fábricas completas que aparecen de la nada y hasta la escenificación de Milán y sus pasarelas, todo iluminado con espectacularidad.

            La música suena perfecto y siempre hace la diferencia; gran acierto tener una banda en vivo con dirección musical de Gaspar Scabutto y dirección de orquesta de Pablo Pupillo.

            El director Ricky Pashkus hace todo bien y, una vez más, da cátedra de cómo hacer teatro musical en Argentina.

            “Kinky Boots” en Mar del Plata es una delicia del género. Imperdible.

             

Duración: 115 minutos.

 

FICHA ARTÍSTICA

Libro: Harvey Fierstein.

Música y Canciones: Cindy Lauper.

Elenco: Fede Bal – Germán Tripel – Sofía Pachano – Franco Rau – Iñaki Martínez Ligero – Le Fer – Yerar Aimy – Delfi Baldivieso – Facundo Massuco – Felipe Tarigo – Fiona Mastronicola – Francisco Cruzans – Juan López Boyadjian – Lola Di Marzo – Lucila Muiño – Mariano Taccagni – Matías Quinteros – Santi Di Gangi – Santiago Palumbo – Valentina Macri – Vicky Lagoria.

Prensa: Maxi Cardaci – Noe Cardaci

Dirección General: Ricky Paskus

Producción General: Pardo Producciones – Rimas Producciones.

 

 

Alberto Maffía

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