domingo, 31 de octubre de 2021

"Chicos lindos", de Gabriel Gavila

 Obra: “Chicos lindos”, de Gabriel Gavila

Calificación: BUENA

Texto y Dirección: Gabriel Gavila

Elenco: Diego Schmukler, Bautista Barreiro, Federico Cabello, Gastón Castreri, Diego Nagrug, Bruno Rondini.

Sala: LA SODERÍA (Vidal 2549  – CABA).

Duración: 55 minutos

 

            Todos los que nacimos en el Siglo XX teníamos muy claro, en ese tiempo y espacio, qué era ser hombre; nos lo enseñaban en la escuela, en la tele y en catecismo. Para aquel entonces “sabíamos”, y para este entonces sabemos que en realidad no sabíamos y que actualmente seguimos sin saber. Pero lo buscamos e intentamos. Difícil encontrar grandes respuestas… pero “Chicos lindos” nos ayuda con preguntas simples y genuinas.

            Chicos Lindos" es una experiencia performática que a través de la mirada de seis actores sobre sí mismos, sus vidas, sus miserias, sus experiencias y bondades, indaga en la necesidad de repensar las masculinidades que están aparejadas a las femineidades oprimidas: son dos caras de una misma moneda patriarcal.

            Un elenco joven y homogéneo, con mucha energía y pasión, le pone cuerpo y voz a todos los interrogantes (lo de “poner el cuerpo” es literal – la obra es muy intensa y atractiva desde lo físico). El texto alterna entre monólogos y escenas que van de la ternura y lo introspectivo hasta la violencia más básica y animal (la escena de los barras bravas realmente crispa y asusta - brillantemente jugada en paralelo con una guitarra y canción de fogón - bravo).

            La creación de Gabriel Gavila, como autor y director, es cuidada y artesanal, destacándose la elaboración del libro y sus monólogos exquisitos y delicadamente adjetivados. Cada uno de ellos es una delicia al ritmo y sonoridad de la prosa. La puesta es muy dinámica, característica de este género performático y que Gavila maneja desde siempre con sus matchs de improvisaciones y su grupo "Improvisa2".

            “Chicos lindos” llega en el momento justo para hacer las preguntas que es necesario empezar a realizar. Interesante y recomendable. Y el espacio “La Sodería” es una delicia. Vayan, la van a pasar muy bien.

           

                                                                                                         Alberto Maffía,

para “AM CRÍTICA TEATRAL

https://amcriticateatralbaires.blogspot.com

contacto: escenateatro73@gmail.com

instagram: @amcriticateatral

 

 

 

…..

 

miércoles, 20 de octubre de 2021

"Popotitos", de Gustavo Guzmán y Augusto Álvarez

 Obra: “Popotitos”, de Gustavo Guzmán y Augusto Álvarez

Calificación: MUY BUENA

Libro: Augusto ÁlvarezGustavo Guzmán

 

Intérpretes: Camila BellusciDiego CassereRodrigo Devita.Stella Maris FaggianoPacota GonzalezAdrian Martin JuanLuis PodestáSheila SaslavskyLucia Sciacca, Enzo Martin AndradeMariana Antúnes FernándezLaura BertonazziEzequiel BrunettiMariana CarlassaraLuna CorneliNicolas FiorentinoDaniela FranceschiMateo GaidoLucia HayesLuz NavarroCamila PercivaleNehuen RojasMartina Urquiola

 

Dirección Coreográfica: Lucila De Stefano

Dirección general: Augusto ÁlvarezGustavo Guzmán


Sala: TEATRO PREMIER (Avenida Corrientes 1565  – CABA), martes a las 21:00.

Duración: 80 minutos

           

            Los musicales y las historias de amor siempre se llevaron bien; en “Popotitos” esta dupla se lleva muy pero muy bien y además suma mucho humor.

            La vida de Raúl, un mecánico ex aficionado por la danza, se ve interrumpida por la vuelta de Leticia, un viejo amor que intentara reconquistarlo. Así, la historia se desenvolverá entre el pasado y la actualidad de Raúl, debiendo él, elegir qué hacer con su presente y la disyuntiva de tener que tomar grandes decisiones.         

            El casting es excelente; el trío protagónico de Sheila Saslavsky, Diego Cassere y Stella Maris Faggiano genera tanta empatía que el espectador quiere que todo se resuelva sin que ninguno sufra, cosa imposible porque sus intereses son muy contrapuestos. Los duetos de amor de Cassere y Saslavsky son bellísimos y muy al estilo del musical clásico: ambos parados en puntas simétricas del escenario y sutilmente iluminados, sufren y conmueven con la melodía. Y Stella Maris Faggiano se despliega y transforma en una verdadera diva cuando interpreta “El baile del ladrillo” (cuando terminó el tema me dieron ganas de que lo volviese a hacer). Adrián Juan y Luis Podestá son dos bufones que no paran toda la obra, meten cien bocadillos y todos entran bien y hacen reír hasta en el saludo final. Lucía Sciacca es la adorable tercer bufón, arrancando también sus propias carcajadas.

            El ensamble se luce toda la obra, aportando energía y dinamismo a la puesta. Por supuesto que se destacan en baile, pero también se los ve muy preparados desde lo actoral, se los nota muy concentrados y en personaje: felices cunado lo tienen que estar, incómodos en otras situaciones. Muy bien.

            El texto es más que destacable. Los libros musicales siempre tienen un bache o dos (o tres o cuatro) (o cinco); eso no pasa en “Popotitos”, lo que sucede interesa todo el tiempo o conmueve o hace reír. Impecable.

            La música funciona muy bien, son todos grandes clásicos correctamente interpretados. Las coreografías son potentes y se ven muy bien con los veintitrés intérpretes en el escenario: hay rock, swing, tap, merengue y twist. Tal vez no me convencieron mucho unas piruetas muy “West Side Story” de la obertura; estuvieron correctamente ejecutadas pero sentí que le quitó un poco de esa hermosa argentinidad al concepto general de la obra.

            Por las palabras del saludo final, esto parece haber sido un sueño de sus autores y directores  Augusto Álvarez y Gustavo Guzmán. Los felicito, soñaron hermoso, bien, profesional. Bravo.

            “Popotitos” es un hermoso musical, de esos que se vuelven a ver varias veces.

           

Alberto Maffía,

para “AM CRÍTICA TEATRAL

https://amcriticateatralbaires.blogspot.com

contacto: escenateatro73@gmail.com

instagram: @amcriticateatral

 

 

domingo, 26 de septiembre de 2021

"Quince días para hablar de amor", de Víctor Winer

 Obra: “Quince días para hablar de amor”, de Víctor Winer

Calificación: BUENA

Autor: Víctor Winer

Dirección: Mariano Dossena

Elenco: Emilia Mazer – Fabio Di Tomaso – Gonzalo Urtizberea – Edda Bustamante – Esteban Prol

Producción: ZAR producciones.

Sala: TEATRO REGINA (Avenida Santa Fe 1235  – CABA),  viernes 20:30, sábados 21:30 y domingos 19:30.

Duración: 85 minutos

 

            Cuarentena. Nueva normalidad. Zoom. Meet. Video cam. Cam. Cam. Cam. Qué tiempos agotadores. A esta altura del partido, todos necesitamos urgentemente unas largas vacaciones del tiempo-pantalla. Les tengo excelentes noticias: llegó “Quince días para hablar de amor”, un hermoso descanso ambientado a principios de los setenta donde nuestros protagonistas no tienen ni idea de lo que es un whatsap.

            Esta comedia romántica habla sobre las peripecias de un escritor que debe escribir sobre el amor y está en plena crisis existencial. ¿Sabemos qué es el amor? ¿Qué harías por tu pareja para salvar la relación?

            El elenco es increíble. Fabio Di Tomaso juega un galancito lo más enamorado que puede entre la relación con su propia madre y el machismo de los setenta. La descripción del personaje parece simple, pero el actor lo aprovecha y llena de matices. Gonzalo Urtizberea recrea a un simpático abogado en un registro agradable y difícil de componer. Edda Bustamante es la gloria; es el cine, el teatro y la televisión en persona, verla ya es creer y disfrutar. Esteban Prol se pasa; va desde el teatro físico al color de la sitcom, sus bocadillos y golpes siempre generan carcajadas. Y la Agostina que interpreta Emilia Mazer deja todo en escena por amor, lo mismo que la actriz y en una labor superlativa. Su personaje ama, duda, sufre, se sacrifica, atraviesa mil estados no agradables y aún así Mazer consigue la empatía del público al comunicarlo en tono de comedia, la ves incómoda de desamor pero eso no incomoda sino que genera ternura y simpatía.

            Los detalles técnico-artísticos son un lujo, ver esta obra es como observar un hermosísimo álbum de fotos de cincuenta años atrás. El diseño de escenografía de Carlos Di Pasquo y la realización de Héctor Spina parecen estar pensados en una estética de historieta; los muebles en diagonales y perspectiva casi nos hace adentrar en una viñeta. El detalle de la utilería es a pura memoria: máquina de escribir, teléfono gris de disco y radiograbador entre otras setenticosas. Los actores lucen los correspondientes trajes que debían usar los hombres de la época, con sus sacotes, pantalones de tiro alto, solapas amplias y hasta faja, y camisa muy abierta si la ocasión es más informal. Las actrices cada vez que entran tienen un look diferente y así vemos un desfile de más de media docena de vestidos estampados y misma cantidad de zapatos y botas. Cada cambio de vestuario es un show aparte, nostálgico y delicioso. Excelente diseño de vestuario de Mónica Schneider. El diseño musical de Rony Keselman es otro acierto; en cuanto entrás a la sala ya te reciben los éxitos que cantaste cuarenta y pico años atrás y te habías olvidado.

            El texto es de Victor Winer, quien recreó una típica comedia blanca, entre ingenua y encantadora. La dirección de Mariano Dossena consigue sin fisuras que nos sumerjamos durante casi una hora y media en los años setenta y nos creamos todo.

            Lindo viaje en el tiempo, y recordé con emoción lo que en el siglo pasado me daba mucha bronca: qué era que se te ligase el teléfono. Cuando lo  escuché casi lloro.

           

                                                                                                          Alberto Maffía,

para “AM CRÍTICA TEATRAL

https://amcriticateatralbaires.blogspot.com

contacto: escenateatro73@gmail.com

instagram: @amcriticateatral

 

 

 

…..

domingo, 22 de agosto de 2021

"Verde agua", de Marina Lamarca

 Obra: “Verde agua”

Calificación: BUENA

Autora: Marina Lamarca

Dirección: Marina Lamarca

Elenco: Lili Popovich, Anabella Aizenberg, Ayelén Garaventta, Agusta Bermudez y Sol Agüero.

Sala: TEATRO BORDER (Godoy Cruz 1838  – CABA), los sábados a las 20:00hs.

Duración: 80 minutos

 

            Cómo se extrañaba el off… su pasión es tan pero tan necesaria para el arte, tan curativa para el alma. En cuanto llegué al Border y me senté en la butaca, mis ojos fueron recibidos por una joyita escenográfica; sólo poder ver seis cortinas de salamines colgando en escena hizo que hubiese valido la pena salir de casa. Y esto es sólo el comienzo, “Verde agua” tiene muchísimo más para dar.

            Es el día de la conferencia de prensa más importante en la carrera política de Carlos Almada, el candidato a gobernador por la provincia de Entre Ríos y dueño del imperio de embutidos más grande de Argentina. En un show sin precedentes se reúnen, en su tradicional estancia, las cinco mujeres más importantes de su vida para respaldarlo: su esposa, su hermana, sus dos hijas y su secretaria. La estrategia es combinar los imponentes vestidos femeninos con la corbata verde agua del candidato para que las tapas de los medios sean memorables. En el momento más brillante y crucial de sus existencias sale a la luz un secreto nefasto del negocio familiar. Esta revelación será la primera de una serie de sucesos escabrosos que se irán develando a lo largo de esa tarde en el oscuro sótano familiar. 

            El texto de Marina Lamarca es inteligentísimo; nos presenta a cinco mujeres llenas de matices, ninguna es tan noble, ninguna tan egoísta. Las actrices son una delicia y navegan todos estos colores interpretativos con fluidez. La potencia de Anabella Aizenberg es constante, pero los momentos más ricos se aprecian en su enorme mirada, una maravilla gestual. Ayelén Garaventta juega un rico desborde sutil muy difícil de sostener y que ella consigue de manera efectiva. Agusta Bermudez brilla en el papel más patético de la obra, su Mabel da pena por donde la mires. Sol Agüero le mete sólidamente lujuria, locura y dolor a su Verónica. Como dije, todos los personajes son muy complejos y lejanos de la unidimensionalidad. Un lujo. Por último, nos encontramos con la matriarca de la historia interpretada por Lili Popovich. Estas madrazas deberían ser un género teatral en sí mismo: “obras de matriarcas”, personajes complicados si los hay. La Alicia de Popovich es superlativa, lo mismo que su actuación. Ama, castiga, cuida, condena, golpea, justifica, llora, oculta, rompe. Todo mal, todo casi bien. Y nunca se pierde de vista a la madre, sin importar lo bello o lo horrible que esté haciendo, mamá siempre está ahí.

            Como comenté en la introducción, me enamoré a primera vista de la escenografía de Magalí Acha. Un diez creativo. Y es muy interesante la apuesta de vestuario de Oti Bloch; si bien los personajes se unifican en los vestidos del título, adquieren personalidad propia a través del calzado.

            La dirección de Lamarca es sensible y eficaz, de a poco nos va introduciendo en una historia de devenir monstruoso, logrando una foto final impactante y bella; poesía del dolor y del grito liberado.

            Qué lindo haber vuelto al Border y que haya sido con “Verde agua”.

           

Alberto Maffía,

para “AM CRÍTICA TEATRAL

https://amcriticateatralbaires.blogspot.com

contacto: escenateatro73@gmail.com

instagram: @amcriticateatral

 

 

lunes, 16 de agosto de 2021

"El cuarto de Verónica", de Ira Levin

 

Obra: “El cuarto de Verónica", de Ira Levin

Calificación: MUY BUENA

Autor: Ira Levin

Dirección: Virginia Magnago

Elenco: Silvia Kutika, Fernando Lúpiz, Antonia Bengoechea y Adrián Lázare

Sala: TEATRO PASEO LA PLAZA (Avenida Corrientes 1660  – CABA), jueves a las 20:30 y domingos 20:00hs.

Duración: 80 minutos

            A finales de los ochenta encontré en una vieja librería de Avenida Corrientes un ejemplar de “El cuarto de Verónica”, texto que no tenía idea que existiese. Para entonces yo contaba con unos quince años y, ya que el año anterior me había aventurado a aterrarme leyendo “El bebé de Rosemary”, decidí comprar el texto e ir por más. No tenía idea que era una obra de teatro, me enteré cuando llegué a casa y empecé a leer. No me gustó la sorpresa, no me gustaba leer teatro. En fin. A los cinco minutos me olvidé de mis prejuicios. Y a los veinte ya estaba aterrado. Treinta y pico de años después me encuentro con la obra otra vez en calle Corrientes pero esta vez montada. Saqué mi entrada. La vi. Y me volví a asustar; después de tanto tiempo el horror, la enfermedad y la locura siguen intactos. “El cuarto de Verónica” ya es un clásico.

            Desde el vamos, la puesta es un golazo. Mientras esperás que empiece la función, la música de sala símil melodía de cajita de música te crispa y te pone los pelos de punta. La música original de Martín Bianchedi juega un papel fundamental a lo largo de toda la obra, sus acordes son siempre acertadísimos. La escenografía está casi toda cubierta por sábanas, pero ya se la adivina clásica y arcaica. Muy buen trabajo de Leonardo Altamirano; cuando se descubra el mobiliario se lo va a ver bello pero también rígido y peligroso.

            Y de pronto, comienza la obra y la sinfonía de horror. ¡Bienvenidos a la angustia! A partir de acá ya no se puede contar más nada. Sólo vamos a decir que los intérpretes están inspiradísimos. Silvia Kutika despliega mil matices; cuando pensás que ya está, que ya no va a aportar nada nuevo porque ningún personaje tiene tanto jugo para exprimir… ¡zas! Ahí te juega otro giro. Bien por el texto y muy bien por ella. Fernando Lúpiz demuestra un gran timming para el drama y el suspenso. El personaje de Antonia Bengoechea es angustiante y ella lo juega a la perfección con una sensibilidad exquisita. Y Adrián Lázare está impecable, en esa suerte de enigma con que interpreta a su personaje le creés y no le creés, todo al mismo tiempo.

            No me imagino un género más difícil para contar en teatro que el de suspenso, y con esta puesta Virginia Magnago ha demostrado ser una maestra del género. Todo está bien elegido, todo está bien ambientado, todo está bien dirigido. Brillante.

            Hay mucho para contar, pero no se puede… Sólo queda ir a verla. No se la pierdan porque las joyas del suspenso son poquísimas y esta obra es una de ellas.

 

 

Alberto Maffía,

para “AM CRÍTICA TEATRAL

https://amcriticateatralbaires.blogspot.com

contacto: escenateatro73@gmail.com

instagram: @amcriticateatral

 

sábado, 14 de agosto de 2021

"A Chorus Line"

 Obra: “A Chorus Line”

Calificación: MUY BUENA

Autores: Marvin Hamlisch (música), Edward Klevan (letras) y James Kirkwood y Nicholas Dante (libro).

Dirección: Ricky Pashkus

Dirección Musical: Gaspar Scabuzzo

Coreografía: Gustavo Wons

Prensa: Tommy Pashkus Agencia.

Producción: RIMAS producciones.

Elenco: Jessica Abouchain, Roberto Peloni, Sofía Val, Mariu Fernández, Menelik Cambiaso, Georgina Tirotta, Fede Fedele, Evelyn Basile, Nicolás Di Pace, Marina Loyato, Juan Martín Delgado, Mariana Barcia, Alejandro Ibarra, Matías Prieto Peccia.

Sala: TEATRO ASTRAL (Avenida Corrientes 1639  – CABA), jueves a las 20:00hs.

Duración: 110 minutos

 

¿Recuerdan ese espantoso momento previo a cualquier evaluación en el que te duele el estómago de los nervios, y durante el examen sentís que tu vida depende de despejar bien una equis o recordar una maldita cadena montañosa? El camino del artista tiene mucho que ver con eso pero multiplicado por diez, por cien, por mil y diez mil: prueba tras prueba tras prueba y muchísimos “no”. Una evaluación la aprueban todos los que estudiaron, pasar un casting depende sólo del limitado número de vacantes que tenga que cubrir el director. "A Chorus Line" es un musical sobre un selecto y talentoso grupo de artistas que participan de la audición para ser parte de un importante musical. Deberán bailar, cantar y actuar, pero además abrir sus corazones. "A Chorus Line" habla de ilusión, de la necesidad de progresar, de confiar. De dar y tener fe.

La obra se estrenó en Broadway en 1975 y dio la vuelta al mundo entero, personalmente vi varias versiones y la que más me gustó fue la nuestra. En una puesta de estas características el casting es fundamental, y el elenco que vi parado en escena este jueves es increíble, una homogeneidad de talento fabuloso y potente, del primero al último están todos brillantes.  Jessica Abouchain compone a su “Cassie” con toda la fuerza y el dolor necesarios, Mariu Fernández y su “Morales” hechizan con su voz, cada una de sus notas es un abrazo. ¡Qué bello momento coral es el tema “Lo hice por amor”! Fede Fedele es un petardo de talento: corre, salta, baila, canta, juega y actúa todo al mil por ciento. Georgina Tirotta arrasa con “Val” y su solo en “Baile 10, look 3”. Juan Martín Delgado es ya un prócer de la comedia musical y suma su lujo interpretativo. Nicolás Di Pace compone, tal vez, al personaje más vulnerable con una sensibilidad exquisita. Y ver a Menelik Cambiaso emocionado y con los ojos llenos de lágrimas en la última escena, con toda esa felicidad atragantada, con toda su alegría contenida por lo que acababa de suceder, fue de una belleza sutil y conmovedora, un momento muy íntimo que ojalá no pase desapercibido al ojo del espectador. Roberto Peloni se enfrenta a uno de los personajes más difíciles que le vi componer: a ver… es Roberto Peloni, y cuando pone un pie en escena lo absorbe todo… pero no en este caso; aquí sabe interpretar a uno más, brillante como es él, brillante como lo son todos, se ensambla con el otro y se luce como siempre en la gran armonía que es esta puesta.

            Las coreografías de Gustavo Wons son, como siempre, perfectas. Y la dirección musical de Gaspar Scabuzzo es estupenda, cada acorde te llega hasta el tuétano.

            Tanto arte y tanta perfección no son casuales, ya va siendo hora de nombrarlo; el gran artífice de este espectáculo imponente es Ricky Pashkus, hoy por hoy el referente más importante que tiene la comedia musical en Argentina. Cada rubro de esta obra está perfectamente pulido, detrás de cada actor y actriz se ve su tallado a mano, su cuidado artesanal. Palabras mayores. Bravo.

            En una Argentina y un mundo que trata de adecuarse a nuevos códigos y nuevos protocolos, el jueves pasado me olvidé de todo cuando fui a ver “A Chorus Line”. Las luces, el vestuario, la música y el talento de los artistas me llevaron al mejor teatro. Y hasta me olvidé que tenía puesto un barbijo. Im-per-di-ble.

 

Alberto Maffía,

para “AM CRÍTICA TEATRAL

https://amcriticateatralbaires.blogspot.com

contacto: escenateatro73@gmail.com

instagram: @amcriticateatral

 

sábado, 31 de julio de 2021

"Casi normales", de Tom Kitt y Brian Yorkey

 

Obra: “Casi normales”, de Tom Kitt y Brian Yorkey

Calificación: MUY MUY MUY BUENA

Autores: Tom Kitt y Brian Yorkey

Dirección: Julio Panno

Dirección Musical: Hernán Matorra

Elenco: Laura Conforte – Martín Ruiz – Manuela del Campo – Bruno Coccia – Federico Llambi – Máximo Meyer.

Sala: TEATRO METROPOLITAN SURA (Avenida Corrientes 1343  – CABA), viernes y sábados 20:30 hs y domingos 20:00hs.

Duración: 100 minutos

 

Imposible hacer la crítica de un clásico, así que vamos con unos breves comentarios.

¿Por qué ver “Casi Normales”? Porque es una bella y dolorosa fábula magistralmente estructurada. Porque vas a tener la oportunidad de ver a dos artistas emblemáticos del género como Laura Conforte y Martín Ruiz, ambos protagonistas de grandes éxitos de Broadway en Argentina - Ella “La novicia rebelde”/María y “Rent”/Maureen, y él “La Bella y la Bestia”/Bestia y “Chicago”/Billy Flynn-. Ambos ya son historia del teatro musical. Dupla de lujo. Porque Manuela del Campo ya respira y es Natalie, tiene el personaje pegado al alma.

Y si ya la viste en alguna de sus siete temporadas anteriores, ¿Por qué volver a ver “Casi Normales”? Porque todavía no viste a Federico Llambi componer de manera muy exquisita a diferentes empastilladores, porque Máximo Meyer crea un nuevo Henry, tal vez el más humano y empático que vi, hiperdisfrutable. Y sobre todo por Bruno Coccia; este Gabriel está repleto no sólo de energía, sino también de ternura, es etéreo y potente, cuando abraza al mismo tiempo ama y desgarra.

Con respecto al director musical Hernán Matorra, qué decir… como siempre, hace todo bien.

Excelente versión del director Julio Panno.

           

Alberto Maffía,

para “AM CRÍTICA TEATRAL

https://amcriticateatralbaires.blogspot.com

contacto: escenateatro73@gmail.com

instagram: @amcriticateatral

 

 

 

lunes, 5 de abril de 2021

"Elizabeth I", de Nicolás Pérez Costa

 Obra: “Elizabeth I”, de Nicolás Pérez Costa

Calificación: MUY BUENA

Dirección: Nicolás Pérez Costa

Autor: Nicolás Pérez Costa

Música: Pablo Flores Torres

 

Elenco: Gustavo Monje, Jorge Priano, Diego Sassi Alcala, Patrissia Lorca, Sacha Bercovich, Hernán Cáceres.

 

Comunicación + Media: Duche&Zárate

 

Producción ejecutiva: Carla Pannunzio, Emiliano Miguez

 

Funciones: Domingos a las 20.30

Venta por Entradauno.com ó en boletería del teatro

 

Complejo Teatral Regina

Av. Santa Fe 1235 - CABA

 

Duración: 75 minutos.

 

            Si hay algo que ama el género del teatro musical es tomar la historia y transformarla en enormes puestas en escena en las que la gente canta mucho. Ya sea la ficción histórica de “Los miserables” de Víctor Hugo o los personajes reales de “Evita” y “Hamilton”, en general se trata de espectáculos en los que solemnemente se aprende de lo que ya sucedió. “Elizabeth I” toma lo mejor de ese estilo y le pone condimentos propios; irreverentemente nos cuenta una anécdota del siglo XVI con un personaje histórico como protagonista y reflexiona sobre nuestro hoy y nos hace reír, y mucho, y todo coronado con bellas melodías.  

Tomando la leyenda inglesa que dice que la famosa Reina Virgen era en realidad un hombre, el autor da lugar a una ficción en la que se propone hablar sobre la identidad de género, el derecho latente por el que peleamos día a día a ser felices siendo aquello que imaginamos ser, más allá de lo impuesto.

            La obra es un hilarante vaudeville y la dinámica dramaturgia de Nicolás Pérez Costa saca provecho de todas las características del género. Los personajes van, vienen, entran, salen, se disfrazan y se confunden. Y en medio del torbellino aparecen las reflexiones del ser, del matrimonio, las convenciones sociales y los mandatos, formando una interesantísima mixtura dramática.

            El elenco es un lujo. Gustavo Monje, de vasta y remarcadísima trayectoria en el género musical, compone con infinitos matices a su Elizabeth, saltando de la comedia al drama y del hombre a la mujer de la manera más orgánica y natural. Excelente también Sacha Bercovich, animando al amor a su criatura con soltura y sensibilidad. Jorge Priano tiene una pisada clásica muy propia del teatro isabelino, y Diego Sassi Alcalá es un bufón muy efectivo que arranca risas con cada uno de los personajes de su triple papel. Patrissia Lorca es brillante, una prima donna de la comedia musical que hechiza con su voz en cada aparición.

            La música de Pablo Flores Torres sorprende. En general tiene un color muy de comedia musical pero de a ratos matiza con brevísimos acordes de tango y paso doble, todo a ritmo y tono del concepto original.  

            Y si bien esta obra nació en el off, los rubros técnico-artísticos parecen de un espectáculo for-export. El maquillaje y las pelucas de Mariela Guillén son fuertes y vistosos, todo perfecto para contar la historia de los personajes, y  el vestuario de Fernanda Delgado es un lujo de época. La escenografía de Lucio Tirao es bella; recrea un taller de cuadros con mucha madera de diferentes tamaños, aquí y allá, formando una simetría perfecta para el marco del relato. Y el diseño de luces de Pérez Costa y Matías Taverna es soberbio;  radiante en la alegría y personal en los soliloquios; iluminación tan magnífica que por momentos hace lucir al íntimo escenario del Regina como si fuesen las tablas del imponente Luna Park.

            La dirección general es, también, de Nicolás Pérez Costa, el gran artífice de este lujoso desborde de locura, historia y talento.

“Elizabeth I” es una barroquísima extravaganza de cámara, muy acorde y necesaria a los tiempos que corren.           

                        Alberto Maffía,

para “AM CRÍTICA TEATRAL

https://amcriticateatralbaires.blogspot.com

contacto: escenateatro73@gmail.com

instagram: @amcriticateatral